Es muy
frecuente para un docente escuchar : "no entiendo" o "¿qué hay
que hacer?" ni bien comenzada una clase.
Tal vez todavía no se explicó qué había que hacer, o está
escrito en el pizarrón o en la computadora. Lo cierto es que nos dimos cuenta
de que los chicos no comprenden las consignas. Puede ser porque no las escuchan
con suficiente atención, porque no las leen con el debido detenimiento o porque
les resulta más cómodo que sea el docente quien las repita una y otra vez.
Dentro del proyecto institucional "Ofreciendo herramientas
para aprender" es básico para poder aplicar cualquier técnica de
estudio que los alumnos entiendan lo que leen, lo que escuchan, lo que
ven.
Es por eso que organizamos con 6º y 7º un taller lúdico de
comprensión de consignas. La premisa era traer un juego con instrucciones.
Se reunieron en grupos, se repartieron los juegos, y tuvieron
que leer las consignas para jugar explicándoselas entre ellos mismos, en caso
de no comprenderlas.
No sólo lograron jugar según las reglas, sino que pudieron
detectar errores y corregirlos, crear sus propios juegos con nuevas consignas,
y crear consignas para que otros grupos interpretaran y se pusieran a jugar.
Como tantas otras veces en la escuela, el juego resultó una
herramienta muy efectiva para que los chicos aprendan jugando.