Este feriado fue instituido con el objetivo de reivindicar una de las epopeyas argentinas más importante y olvidada de la historia: el Combate de la Vuelta de Obligado.
El combate ocurrió en 1845, cuando Gran Bretaña y Francia, las dos potencias económicas, políticas y bélicas más grandes de la época, se unieron para atacar a la Argentina, que se encontraba bajo el mando del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas.
En el recodo más delgado de nuestro ancho Paraná las valientes tropas argentinas encadenaron el río para defender el territorio en una lucha desigual con los poderes más fuertes de la Tierra. La estrategia fijada por Rosas y Mansilla tuvo éxito y las mayores potencias de la época finalmente se vieron obligadas a capitular aceptando las condiciones impuestas por la Argentina. Para recordar la fecha, todos los grados realizaron un intercambio de clases alusivas.
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